Para mí, el origami es mucho más que una artesanía tradicional; es una forma artística de interactuar con un material hasta comprenderlo verdaderamente. Cada vez que doblo una hoja de papel, siento que entro en un diálogo con ella: percibo su resistencia, su textura y la dirección que me permite seguir. No se trata simplemente de transformar una superficie plana en una figura tridimensional, sino de trabajar en armonía con el papel, entendiendo sus límites y su potencial. En cada pliegue encuentro una oportunidad para descubrir algo nuevo, para alcanzar una precisión que une las matemáticas con la estética, la razón con la sensibilidad.
También veo el origami como una exploración de patrones y formas geométricas que, al combinarse, dan lugar a estructuras complejas y vivas. Me fascina cómo el papel plegado puede interactuar con la luz y el espacio, proyectando sombras y reflejos que cambian constantemente su apariencia. Lo que parece simple a primera vista oculta una gran profundidad: su complejidad solo se revela cuando uno comprende verdaderamente la técnica. Para mí, cada pieza de origami es un encuentro entre el pensamiento, la intuición y la materia; un equilibrio delicado en el que la forma final no se impone, sino que se descubre junto al propio material.
Jose Arévalo
@josearevalo_ac
